Cómo definir tus objetivos antes de elegir la carrera universitaria

Elegir una carrera universitaria es una de las decisiones más importantes que tomamos en la vida. No solo impacta nuestro futuro profesional, sino también nuestro bienestar personal, nuestros ingresos y nuestra satisfacción con la vida. Sin embargo, es común que muchos jóvenes lleguen a este momento sin tener claridad sobre sus propios objetivos, lo que puede llevar a elecciones apresuradas o equivocadas.

En este artículo te ayudaré a entender cómo definir tus objetivos personales y profesionales antes de decidir qué carrera universitaria estudiar.

¿Por qué es tan importante definir tus objetivos?

Definir tus objetivos te permite:

  • Evitar elecciones impulsivas basadas en modas o presión social.
  • Elegir una carrera alineada con tus valores, intereses y aspiraciones.
  • Reducir la posibilidad de abandono o cambio de carrera en el futuro.
  • Visualizar un plan de vida a mediano y largo plazo.

Cuando no tienes claro lo que deseas lograr, es más fácil dejarse llevar por lo que otros opinan, lo que genera inseguridad y frustración.

Autoevaluación: el primer paso esencial

Antes de mirar catálogos de universidades o rankings de empleabilidad, debes mirarte a ti mismo. Hazte preguntas como:

  • ¿Qué cosas me apasionan?
  • ¿Qué actividades disfruto hacer incluso cuando no me pagan por ello?
  • ¿En qué materias o actividades suelo destacar?
  • ¿Prefiero trabajar con personas, con datos, con tecnología o con creatividad?
  • ¿Quiero un trabajo estable o prefiero ser emprendedor?
  • ¿Me imagino trabajando en una oficina, viajando, al aire libre o desde casa?

Estas reflexiones son fundamentales para conectar tus intereses con las opciones educativas.

Define tus valores y prioridades

Los valores son aquello que consideras más importante en la vida. Algunos ejemplos de valores son:

  • Seguridad económica
  • Contribución social
  • Innovación
  • Creatividad
  • Autonomía
  • Estabilidad
  • Reconocimiento

Piensa qué valores son más importantes para ti. Por ejemplo, si priorizas la autonomía y la creatividad, tal vez te sentirás más realizado en carreras como diseño, marketing, desarrollo de software o comunicación. Si valoras la estabilidad y la seguridad económica, podrías inclinarte por derecho, medicina, contabilidad o ingeniería.

Establece objetivos a corto, mediano y largo plazo

Una buena estrategia es dividir tus objetivos en tres etapas:

Corto plazo (1-3 años):

  • Terminar la secundaria.
  • Aprobar los exámenes de ingreso.
  • Investigar carreras y universidades.

Mediano plazo (4-7 años):

  • Completar tu carrera universitaria.
  • Realizar prácticas o pasantías.
  • Desarrollar habilidades complementarias (idiomas, cursos técnicos, etc.).

Largo plazo (8-15 años):

  • Trabajar en una empresa que admires.
  • Montar tu propio negocio.
  • Convertirte en un referente en tu profesión.
  • Tener un equilibrio entre vida personal y profesional.

Visualizar estas etapas te ayuda a elegir una carrera que te permita cumplir lo que deseas a futuro.

Investiga sobre las carreras y el mercado laboral

Una vez tengas claridad sobre tus objetivos personales, es momento de alinear eso con las opciones del mundo real. Investiga:

  • Cuáles son las salidas laborales de cada carrera.
  • Qué habilidades demanda el mercado en los próximos años.
  • Las tendencias de empleabilidad y los sectores con más crecimiento.

Puedes usar herramientas como LinkedIn, portales de empleo o incluso conversar con profesionales del área que te interesa.

No te dejes llevar solo por el dinero

Es cierto que la estabilidad financiera es importante, pero elegir únicamente en función del salario puede llevarte a la frustración si la carrera no se alinea con tus intereses y habilidades.

Busca un equilibrio entre lo que te gusta, lo que sabes hacer y lo que el mercado necesita. Este concepto es conocido como Ikigai, una filosofía japonesa que busca el propósito de vida en la intersección de estos factores.

Realiza un test vocacional (pero úsalo como guía)

Los tests vocacionales pueden ser útiles para abrir tu mente a opciones que no habías considerado. Sin embargo, no deben ser la única base para tu decisión. Úsalos como una herramienta complementaria, no como una sentencia definitiva.

Habla con personas que ya están en la carrera

Conversar con estudiantes universitarios y profesionales puede darte una perspectiva realista:

  • ¿Qué les gusta de la carrera?
  • ¿Qué desafíos enfrentan?
  • ¿Cómo es el día a día en su trabajo?

Estas conversaciones son más valiosas que cualquier folleto universitario.

Participa en actividades de orientación

Muchos colegios, universidades y ferias ofrecen charlas, talleres y jornadas de orientación profesional. Aprovecha estos espacios para conocer más sobre distintas áreas.

Ten flexibilidad: está bien cambiar de opinión

A veces, después de investigar y reflexionar, puedes darte cuenta de que lo que pensabas no era lo que esperabas. No te frustres. Es completamente válido replantearte tus objetivos y hacer ajustes en tu camino.

Lo que debes recordar

Elegir tu carrera universitaria es un proceso que requiere reflexión, autoconocimiento y mucha información. Definir tus objetivos personales y profesionales es el primer y más importante paso para tomar una decisión consciente y alineada con lo que realmente quieres para tu vida.

No tengas miedo de dedicar tiempo a este proceso. Invertir en conocerte a ti mismo es la mejor inversión que puedes hacer para tu futuro.